Sueldo e infidelidad

¿Ganar más o menos dinero puede ser una excusa para ser infiel? Según la candidata a doctorado en sociología de la universidad de Cornell, Christin Munsch, los hombres que ganan menos que las mujeres son más infieles que los que llevan a casa un cheque de mayor cuantía.

En la conferencia anual de la Asociación Sociológica de EEUU, celebrada en Atlanta, Georgia, presentó su trabajo basado en un estudio sobre el comportamiento de 1024 hombres y 1559 mujeres de entre 18 y 28 años, casados o que viven con sus parejas durante al menos un año. Calculó que entre el 20% y el 25% de los hombres y entre el 10% y 15% de las mujeres reconocen haber tenido una relación sexual extraconyugal y analizó la religiosidad, la educación recibida y también los aspectos económicos relativos al sueldo que aporta cada uno de los miembros de la pareja y constató que cuanto mayor es la dependencia económica de los varones con respecto a sus mujeres, mayor es la probabilidad de que ellos sean infieles.

La autora estudió los datos y llegó a la conclusión de que ciertos hombres, por la educación recibida, se cuestionan su “masculinidad” si la mujer aporta más dinero que ellos mientras que las mujeres que dependen del sueldo de sus maridos, no sienten la pérdida de identidad social y por tanto su “feminidad” no está en peligro, no “obligándolas” a caer en brazos de otros hombres, siendo los latinoamericanos los que más se ciñen a estos resultados.


El estudio revela también que en el caso de las mujeres, la infidelidad aumenta conforme su sueldo va siendo mayor que el de los hombres, aunque más bien podría deberse a que, al incorporarse al mundo laboral, su círculo de amistades masculinas aumenta y con ello la posibilidad de infidelidades.
Nadie puede negar que el estudio resulta curioso porque pocos investigadores han explorado los motivos de una infidelidad, pero no hay que tomarlo al pie de la letra por varios motivos: el tamaño de la muestra objeto de análisis es pequeña, las relaciones de pareja son mucho más complejas como para suponer que algo tan frío como una diferencia de sueldos deba ser el motivo para una infidelidad y, en los tiempos que corren donde ambos se ven obligados a buscar trabajo y el mercado laboral está tan mal, que ella sea la única que trabaje en la familia o que gane más, es cada vez más frecuente y las infidelidades no han aumentado considerablemente.
No obstante, la conclusión más inmediata que se puede extraer de esta noticia es que una educación no basada en la igualdad de sexos y próxima al machismo, podría llegar a derivar en ciertos comportamientos, y la tendencia a la infidelidad por recuperar la “identidad social masculina” podría ser uno de ellos.

¿Qué motivos crees que pueden llevar a alguien a ser infiel? En el caso de que hayas sido infiel ¿qué motivos te llevaron a serlo?

Cristina G.M.

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