Cómo prevenir las discusiones de pareja en la mudanza

Manual para evitar discutir con la pareja durante la mudanza

¿Estáis de mudanza y preparando vuestro piso nuevo? Igual estáis de acuerdo en todo y apenas se han generado roces entre tu pareja y tu. Pero está situación de concordia y buena sintonía no suele lo habitual. Según señalan los psicólogos, en este tipo de circunstancias suelen desatarse conflictos que ponen a prueba la estabilidad de la pareja. Se trata de construir un hogar común y es preciso ponerse de acuerdo, algo que a veces nos supera al chocar gustos y prioridades. La indiferencia o desgana de uno a la hora de elegir muebles o plantear qué tipo de decoración puede suponer que la otra parte se disguste y muestre su enfado. Si en breve te toca afrontar una de estas tareas, en este artículo te dejamos un pequeño manual para evitar discutir con la pareja durante la mudanza.

¿Cómo prevenir una discusión con tu pareja durante una mudanza?

Aunque despierta mucha emoción el vivir en pareja por todo lo que supone de cambio y novedades, una mudanza también puede traer consigo estrés y tensiones. De hecho, se considera que una mudanza es una de las tres principales causas de estrés. Según los especialistas, en muchas ocasiones una mudanza supone salir de un espacio en el que nos sentimos cómodos y seguros, para ir a un sitio nuevo que no se controla y que, en principio, genera tanta incertidumbre como ilusiones. Además, e incluso aunque la mudanza sea a mejor, el miedo a que algo salga mal y tener que controlar tantos pequeños detalles están siempre latentes. En ese ambiente es normal que surjan discusiones y que tu pareja o tu no os sintáis cómodos ante las decisiones del otro.

¿Cómo evitar las discusiones de pareja en la mudanza?

Fuente || Pixabay

Para evitar este tipo de situaciones repasa nuestro manual definitivo para evitar discutir con tu pareja en la mudanza:

1. Tratar de imponer nuestro gusto

Probablemente haya puntos en los que no coincidáis y hasta tengáis diferentes puntos de vista y gustos a la hora de decorar o decidir que os vais a llevar, pero no es imposible que lleguéis a un acuerdo en el que primen los gustos de ambos. No trates de tomar las riendas de la mudanza y dejes de lado a tu pareja, implicaros los dos y que todo sea consensuado. Personalizar un piso de alquiler entre los dos es una tarea ardua, pero lleva tiempo y calma.

2. No mostrar interés en la búsqueda de mobiliario u otros detalles


¿Cómo prevenir una discusión con tu pareja durante una mudanza? Seas hombre o mujer puede que hayas tenido un mal día en clase o en el trabajo, pero eso no tiene que influir en algo tan importante como la mudanza de tu casa. En fases de la vida tan importantes como esa es fundamental estar al 100% en las decisiones para decorar la casa en pareja y estar al día de los trabajos que genere. Mostrar desinterés o apatía terminarán por minar la paciencia y la ilusión de tu pareja. Mudarse de vivienda para vivir juntos ha de ser un proyecto emocionante y prioritario, siempre por encima de los pequeños disgustos diarios.

3. No establecer prioridades a la hora de hacer compras o cambios

Antes de proceder a hacer una compra o decidirse por algún detalle es básico establecer cuáles las prioridades cada uno, esto es, que cosas son imprescindible para sentirse a gusto en ese nuevo hogar y que con que cosas se está dispuesto a transigir o llegar a un acuerdo. Si no se habla sobre este tipo de aspectos, probablemente uno de los dos terminará cediendo, siendo una futura fuente de discusiones.

Consejos para evitar las discusiones de pareja durante una mudanza

gpointstudio || Shutterstock

4. No hacer una lista de lo que aporta cada uno

Otro de los consejos para evitar discutir con tu pareja durante la mudanza es saber compartir y no comparar. También es importante anotar qué cosas aporta cada uno a esa nueva vida en común. Con esa lista podremos evitar duplicar compras y, en caso de que algún día nos separemos, saber de quién es cada cosa.

5. Tener un punto de vista demasiado emocional

Antes de dar una negativa que parta de un sentimiento de rechazo por estética o por ser un objeto poco práctico es importante sentarse a pensar en los pros y contras reales y hacer una valoración más razonada y racional.

Si evitamos ser demasiado viscerales y procuramos razonar y dejar nuestro ego a un lado, posiblemente conseguiremos entrar con buen pié en nuestro nuevo hogar.

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